La más reciente entrega de la icónica franquicia de ciencia ficción, 'Alien: Romulus (71%)', ha suscitado una intensa polémica entre los fanáticos y críticos debido a su decisión de recrear digitalmente al fallecido actor Ian Holm, quien interpretó al androide Ash en la película original de 1979. Utilizando una combinación de CGI e inteligencia artificial (IA), el director Fede Alvarez y su equipo han traído de vuelta al actor para interpretar a un nuevo personaje, Rook, un androide que desempeña un papel crucial en la trama del film.
El personaje de Rook fue recreado a partir de una combinación de técnicas avanzadas: un modelo animatrónico del cuerpo de Holm fue complementado con efectos generados por computadora, mientras que la voz de Daniel Betts, quien interpreta al personaje, fue modificada mediante IA para asemejarse a la del fallecido actor.
Sin embargo, esta decisión ha sido recibida con una mezcla de sorpresa e indignación. Algunos usuarios han señalado que, aunque la tecnología utilizada es impresionante, la inclusión de Holm en la película se siente como una forma de 'necrofilia digital', un término que se ha popularizado en redes sociales para describir el uso de actores fallecidos a través de medios digitales.
Ridley Scott, productor del film, y Álvarez han defendido su decisión, asegurando que contaron con la aprobación de la viuda de Holm, Sophie De Stempel, antes de proceder con la recreación digital. No obstante, esto no ha apaciguado las críticas de los fans, quienes se han volcado a las redes sociales para expresar su disgusto. Comentarios como 'El recuerdo de Ian Holm merece algo mejor' y 'No había necesidad de traerlo de vuelta de esta manera' han resonado en plataformas como X.
Aunque 'Alien: Romulus' ha sido en general bien recibida, este debate sobre la ética de utilizar CGI e IA para revivir a actores fallecidos plantea preguntas importantes sobre el futuro de la industria cinematográfica y la manera en que se honra la memoria de los artistas que han dejado una huella en el cine.