La politóloga y escritora Denise Dresser denunció el calvario del que fue víctima su madre de 83 años de edad quien fue extorsionada para pagar por el supuesto secuestro de la también activista.

De acuerdo con varios medios, la articulista, colaboradora de Diario de Yucatán, escribió en un grupo de WhatsApp formado por mujeres de renombre lo siguiente:

“La noche del sábado mi madre de 83 años fue extorsionada. A medianoche hablaron a su celular y pusieron un audio con mi voz, diciéndole que yo había sido secuestrada”.

A través de su artículo publicado hoy en el diario Reforma, la también colaboradora de Proceso lamentó que sigan las extorsiones y la impotencia por “no saber a qué autoridad recurrir y la frustración de encontrar la indolencia de siempre”.

De acuerdo con Dresser, la medianoche del sábado, su madre recibió una llamada a su celular, le pusieron un audio con la voz de su hija y le dijeron que la tenían secuestrada. Acto seguido, la amenazaron con matarla si no seguía las instrucciones de los presuntos plagiarios.

Tras el suceso, Dresser enfrentó lo que –dijo—sufren el 99% de víctimas de este tipo de extorsiones que “jamás son resueltos”.

Según refirió, le recomendaron buscar a la Policía Federal, pero le dijeron que había poco qué hacer al respecto.

Le indicaron que “son bandas operando dentro de los penales”, que “ya están recluidos” y que victimizan a padres mayores de personas con un perfil público.

“El caso de mi madre seguramente será una estadística más, parte del 99% de los crímenes que jamás son resueltos, parte de un padrón identificado, pero para el cual no parece haber respuesta ni solución”, lamentó la activista.

Añadió que en los penales prevalece el autogobierno que permite el uso de teléfonos celulares “y nadie levanta un dedo”.

“Las policías locales –desfondadas por los recortes presupuestales—no tienen la capacidad ni el entrenamiento para investigar. La Guardia Nacional no funciona para combatir la delincuencia común que más afecta a personas como mi madre y como yo.

“Qué frustrante votar por el cambio en un tema tan fundacional como la seguridad y presenciar la misma disfuncionalidad institucional, la misma indolencia, la misma falta de capacidad para prevenir, investigar y sancionar”.