Desde septiembre se han quemado más de 6 millones de hectáreas, una superficie equivalente a la suma de la extensión total de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco y se han destruido más de 1.500 casas.

Los dos partidos políticos más importantes, los liberales y los laboristas, reciben generosas donaciones cada año del lobby de las empresas del carbón, lo que explica la inacción en el área del cambio climático.

Más carbón, más cambio climático

Australia se ha beneficiado en los últimos años de la industria del carbón, convirtiéndose en el primer exportador mundial, pero ahora se enfrenta a las condiciones climáticas producidas por estas exportaciones: el aumento de la temperatura del mar, que ha provocado la muerte de la mitad de los corales de la Gran Barrera de coral entre 2016 y 2018, y la baja humedad y vientos que aumentan la fuerza de los incendios forestales.

Debido a la inacción del Gobierno federal, la población se ha movilizado para recaudar todo tipo de artículos de primera necesidad para ayudar a los pueblos y los bomberos que están luchando contra el fuego.

Desde el 4 de enero el ejército australiano también está ayudando en tareas de evacuación y reducción del daño causado por los incendios.

Más de mil residentes y turistas que se habían quedado atrapados en una playa por los incendios forestales en el sureste de Australia llegaron a las costas de Melbourne este sábado después de un viaje de más de 20 horas realizado en dos barcos y aliviados por escapar del aterrador humo y fuego.

Adolescentes, parejas, personas mayores y familias, además de docenas de mascotas -113 perros, 3 gatos, un conejo y un pájaro-, llegaron en los barcos navales Sycamore y Choules al puerto de Hastings. Luego fueron trasladados en autobuses a dos centros de ayuda.

Desde el Choules, un barco mucho más grande, descendieron el sábado por la tarde unos 1.025 evacuados que iban a bordo.

Doscientos de ellos se dirigieron en autobús al centro de convenciones de Melbourne. La alcaldesa de la ciudad, Sally Capp, los saludó en el autobús para informarles que tendrían acceso a alimentos, bebidas, duchas, servicios de seguro y ayuda de la Cruz Roja.