Con la llegada de la Cuarta Transformación el presupuesto designado para comunicación social dejó de ser un botín para las empresas que controlan los medios de información, tal como sucedió en el sexenio de Peña Nieto, donde su administración superó por 449 % el tope de gasto propuesto para ese rubro.
Como informa el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), el presupuesto aprobado para todas las secretarías de Estado a comunicación social durante 2018 fue de mil 160 millones de pesos, pero gastaron más de 6 mil 373 millones de pesos.
Las secretarías con mayores variaciones entre lo presupuestado y lo ejercido en este rubro fueron la Secretaría de Desarrollo Social (2470%), Trabajo y Previsión Social (1830%), Medio Ambiente (1187%), Salud (1004%) y Agricultura (703%).
El caso de Sedesol llama la atención porque ahí pasaron funcionarios a los cuales Peña tenía plena confianza, como Rosario Robles Berlanga, José Antonio Meade Kuribreña, Enrique Miranda Nava y Eviel Pérez Magaña; por si fuera poco, la extinta secretaría destinada a consolidar programas sociales entre la población más necesitada, elevó sus gastos en servicios generales, que no llegaron a los ciudadanos.