En 13 de las compañías contratadas los supuestos dueños son prestanombres que trabajan de veladores, albañiles, estilistas, policías o son beneficiarios de programas de subsidios al campo, vivienda o educación.
El aeropuerto de Texcoco, proyecto cancelado en el mandato de Enrique Peña Nieto, fue investigado tras irregularidades en sus procesos. De acuerdo a la información, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desvió mil 779 mdp a empresas fantasmas para simular gastos en bienes e insumos.
Entre los años 2015 y 2017 la Sedena firmó convenios con diversas empresas en CDMX y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sin someterse a procesos de licitación con particulares. Así fue como la Sedena se responsabilizó sobre los trabajos y los contratos con empresas privadas.
Sin embargo, se reveló que de 117 contratos firmados por la Sedena 45 empresas no se encuentran en términos óptimos. Es decir, son prestadores de nombres que tienen trabajos “regulares” como albañiles, estilistas y hasta policías.
El investigador del Colegio de México, Fernando Nieto Morales, comentó al respecto que la Sedena era una secretaría “nodal de proyectos prioritarios”, así como también una institución que no se rige bajo las leyes de transparencia. Además, agregó, es necesario que el gobierno se acerque a dependencias que sí son transparentes cuando se encargan de obras civiles.
En 13 de las compañías contratadas los supuestos dueños son prestanombres que trabajan de veladores, albañiles, estilistas, policías o son beneficiarios de programas de subsidios al campo, vivienda o educación.
En Aradam Construcciones, una empresa que recibió cerca de un millón de pesos por suministrar concreto para la construcción de la barda perimetral en el NAIM, uno de los accionistas es Efrén Sánchez Garibay, un policía de Chiapas. Cuando se firmó el contrato, Sánchez Garibay ganaba 6 mil 172 pesos mensuales como policía raso en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y informó que no poseía bienes inmuebles, empresas, coches o joyas, según su declaración patrimonial. Se corroboró que se trataba de la misma persona al cotejar el RFC presentado en su declaración con los datos en el acta constitutiva de la empresa.
Soluciones Empresariales Santori, por ejemplo, después de haber prestado servicios a la Sedena en el NAIM, fue señalada como contribuyente que emitió comprobantes fiscales que ampararon operaciones inexistentes, mejor conocidas como empresas fantasmas.
Esta compañía parece haber sido constituida expresamente para los servicios que prestó en Texcoco, ya que se fundó el 22 de febrero de 2016 y siete meses después recibió el primero de cinco contratos que se le asignarían por un total de 45.2 millones de pesos. Santori firmó su último contrato con la Defensa Nacional el 22 de febrero de 2017 y seis meses después los dueños tomaron la decisión de disolver la sociedad. Además, durante los trabajos en el cancelado aeropuerto, la compañía vendió material eléctrico cuando su objeto social era la asesoría financiera, la asistencia contable y la consultoría fiscal.
Modesta Martínez Martínez vendió cerca de 1.3 millones de pesos en madera a la Defensa Nacional. El último contrato por adjudicación directa lo firmó el 2 de marzo de 2016 y 16 meses después fue exhibida por el SAT como contribuyente no localizado.
Al acudir al domicilio fiscal que reportó en la calle 31 Sur en la ciudad de Puebla, no se localizó ningún negocio de madera, sino un puesto de jugos. La comerciante que atiende dijo que no conocía a Modesta y que ya han ido a llevarle requerimientos de Hacienda.