Los consejeros externos a PEMEX conformaron el Comité que autorizó las negociaciones para concretar la adquisición de la empresa.
Además de Emilio Lozoya y Enrique Peña Nieto, nombres de otros prominentes políticos han comenzado a ser destapados como copartícipes del fraude patrimonial en agravio de Petróleos Mexicanos.
Entre estos, los reflectores se centran en dos personajes que fueron clave durante la administración peñista: Enrique Ochoa Reza y Pedro Joaquín Coldwell, quien junto a 36 personas más están siendo investigadas por su participación como integrantes del Consejo de Administración de Pemex.
Dentro los implicados por pertenecer al citado consejo, destacan también José Rogelio Garza Garza, subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, y Cuauhtémoc
Ochoa Fernández, militante del PVEM que acompañara a Peña Nieto desde que fue nombrado Coordinador de Asuntos Energéticos en su equipo de transición y a la postre fuera nombrado subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la SEMARNAT.
A la larga lista se unen también cinco consejeros independientes contratados por la empresa productiva del gobierno:
Carlos Elizondo Mayer-Serra, connotado analista que formara parte del Consejo de Pemex hasta su renuncia en 2019, argumentando una visión distinta a la de la administración del presidente López Obrador. A nivel periodístico, trasciende que fue el encargado de denunciar las presiones por parte de Lozoya al consejo para consentir la compra de Fertinal.
Jaime Lomelín Guillén, quien al mismo tiempo de prestar sus servicios a Pemex, formaba parte del consejo propietario de Peñoles y director de Técnica Administrativa Bal, ambos propiedad del empresario Alberto Baillères. Por desempeñar esa triple función, fue orillado a renunciar, reconociendo el conflicto de intereses.
Alberto Tiburcio Celorio, consejero de Fresnillo PLC, compañía minera filial de Peñoles, también propiedad de Alberto Baillères.
Octavio Francisco Pastrana Pastrana renunció en 2019 a la consejería, luego de manifestar diferencias con la entonces nueva administración, específicamente por su negativa a seguir buscando socios en la iniciativa privada para los procesos de exploración.
Jorge José Borja Navarrete fue cuestionado en reportes periodísticos en 2016, por ser el consejero mejor remunerado. En 15 meses participó en 26 sesiones del Consejo de Administración, percibiendo por ello 3 millones 700 mil pesos.