Puebla se convirtió en el escenario de la megamarcha estudiantil, movimiento que generó un impacto local y nacional, mismo que llevó como premisa principal el combate a la inseguridad y en la que, de acuerdo a los organizadores, hubo un estimado de 150 mil alumnos de alrededor de 80 universidades que en una sola voz clamaron justicia.
Antes de dar el primer paso para la megamarcha estudiantil, los coordinadores de cada grupo universitario verificaron que los protocolos de seguridad estuvieran en orden.
Fue a las 8:30 horas que inició este movimiento de justicia que derivó del asesinato de tres alumnos de medicina, dos de UPAEP y uno de BUAP, así como de un chofer de UBER, hecho que a su vez tuvo como antecedente la muerte de otros alumnos a los que también recordaron en el recorrido.
Las consignas de ¡Ni un estudiante menos, ni una bata menos! destacaron durante la megamarcha que duró alrededor de tres horas para finalizar en Casa Aguayo.
Tal y como lo indicaron en su protesta, no fueron uno, ni fueron dos, fueron miles de alumnos los que se sumaron en una misma voz para ser escuchados por la sociedad y principalmente por el gobierno a fin de dar justicia ante los asesinatos que han trastocado a la comunidad estudiantil.
A la par, y sin quitarle protagonismo a los estudiantes, los rectores Emilio José Baños Ardavin (UPAEP), Alfonso Esparza Ortiz (BUAP), Mario Patrón Sánchez (IBERO), José Mata (Anáhuac), César Romero Reyes (UMAD) y Luis Ernesto Derbez Bautista (UDLAP), se integraron a cada uno de los contingentes para apoyar el movimiento de sus alumnos.
Unas 80 universidades se unieron al llamado, entre ellas COMCIPE, UO, ENSFEP, CINEMA, ICI, ESCIHU, UE, ITP, UPPUE, UTP, BINE, UVP, AS MEDIA, ELP, IADEU, universidad Hispana, Universidad Alvart, Universidad Mesoamericana, Universidad La Salle, Universidad Alva Edison, Universidad del Valle de México y la Escuela Libre de derecho de Puebla.