Cuando alguien tiene un sueño hace hasta lo imposible por cumplirlo, y si te es difícil hacerlo realidad, siempre hay a tu lado personas que te ayudarán a concretarlo. Esta es quizá la frase que mejor defina la misión de Estefanía Oseguera Salazar en su objetivo de llegar a ser astronauta.

Estefanía es de Michoacán, México, tiene 20 años y es estudiante de Ingeniería Mecatrónica en el Tecnológico de Monterrey, actualmente cursando el 5° semestre.

Como ella ha narrado, tuvo una niñez en que su padre fue un gran ejemplo de constancia y de lucha por lograr un mejor futuro. Ella junto a su familia se mudaron a Guanajuato, sin saber que este lugar le regalaría el gran sueño de su vida.

Estefanía fue una alumna muy destacada en su escuela, participando en muchas olimpiadas de matemáticas e informática; sin embargo había algo en ella que siempre estaba presente. Desde que era muy pequeña y desde que tiene memoria, ella tuvo una gran fascinación por el espacio, y poco a poco ha ido trazando el camino que la lleve a lograr su sueño de convertirse en astronauta, pero claro, realizando difíciles y duros sacrificios.

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La oportunidad de cumplir su meta llegó un día cuando el Tecnológico de Monterrey (Campus Tampico) ofreció la oportunidad de trabajar en dos proyectos: «Free floating space robots» y «Control Moment Gyros». Ella se sintió muy capaz de realizarlo y emprendió la carrera. Fue aceptada, sin embargo un problema vino consigo: viajar a Nagoya y Tokyo (Japón) en el año 2020 para presentar los proyectos. Esto obviamente requiere un fuerte financiamiento.

Pero las ganas seguir y la oportunidad tan grande que se le presentó la impulsaron a continuar.